R. PRIETO | A CORUÑA

Una nueva reunión de la subcomisión del Congreso encargada de la reforma electoral que no ha tocado el asunto más polémico: el futuro del voto emigrante. Pese a las filtraciones que apuntan a un pacto entre PSOE y PP para vetar a los españoles en el exterior tanto en las elecciones municipales como en las autonómicas y el malestar que ha provocado no solo entre los colectivos de emigrantes, sino también en el propio PSdeG y el Gobierno central, socialistas y populares retrasaron a nuevas reuniones los cambios del voto exterior. Incluso han manifestado la intención de pedir a la Mesa del Congreso una prórroga en su mandato, que concluye el próximo mes de mayo, con el objetivo de resolver todos los asuntos pendientes antes de verano y así asegurarse que después de la tramitación parlamentaria del último trimestre del año, estén ya en vigor para las elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2011.

Tras una reunión de casi cuatro horas, los grupos parlamentarios en el Congreso han acordado quitar poder a los tránsfugas en los ayuntamientos a través de la reforma de la ley electoral. Pero de los cambios en el voto emigrante, ni una palabra. La previsión es abordar este asunto en la reunión prevista para la próxima semana. Ante las noticias que apuntan a un acuerdo entre PSOE y PP para limitar el voto exterior a tan solo las elecciones generales y exclusivamente para el Senado, ambos partidos siguen manteniendo absoluto mutismo sobre sus propuestas para la emigración.

Esta posible restricción de derechos a los españoles en el exterior ha provocado malestar en la diáspora, que ha tachado de "anticonstitucional" el veto a la emigración en autonómicas y municipales. Incluso fuentes del Gobierno central han manifestado a LA OPINIÓN su "desconcierto" ante esta posible reforma, ya que "contradice" la Constitución, el Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior -aprobada con el respaldo de todos los grupos parlamentarios en 2006- y el Estatuto de Autonomía de Galicia. Desde el PSdeG, Marisol Soneira también cuestiona esta posible reforma porque eso no es lo que defiende el programa electoral del PSOE. "Hay que respetar la tradición histórica a las señas de identidad. No forma parte de la cultura política del PSOE retirar derechos", defendió Soneira, al tiempo que apeló a "no confundir un derecho con los mecanismos para aplicarlo".

El Pacto Antitransfuguismo estará recogido en la ley electoral. El Congreso acordó ayer dejar "inactivo" el voto de los concejales tránsfugas con el objetivo de que no puedan ayudar a cambiar un gobierno municipal, y para ello propone reforzar la mayoría que se requiere para que una moción de censura salga adelante. Ahora, cuando un concejal del partido que gobierna un consistorio abandona su grupo municipal y da su voto a una moción de censura, se requiere la mayoría absoluta para que esta salga adelante. Por el hecho de ser un cargo electo, el edil no puede ser privado de su derecho a votar aunque sea un tránsfuga, y para evitar que sucedan casos de cambio de gobierno municipal, la subcomisión entiende que la forma más viable es limitar sus derechos a través de la ley electoral. Aunque se sigue exigiendo mayoría absoluta para las mociones de censura, si hay un tránsfuga se subiría a mayoría absoluta más uno; si hay dos, a mayoría absoluta más dos, y así sucesivamente.