No existen las recetas mágicas. Pero sí innovadoras propuestas para mejorar la atención al colectivo inmigrante en época de crisis. Su debate centró las jornadas de interculturalidad que organiza la asociación Ecos do Sur con el objetivo de fomentar la integración de un colectivo que representa el 10% de la población de Arteixo. La recesión ha incrementado notablemente la solicitud de ayudas y los expertos y profesionales coinciden en que, para paliar los problemas, es necesario el "trabajo en red"

ANTARES PÉREZ | ARTEIXO Arteixo ha rebasado el umbral de los 30.000 habitantes. En gran parte por el constante incremento de la población inmigrante, que constituye casi el 10% de la población, y que ha hecho de este municipio la torre de Babel de la comarca. En esta pequeña ciudad conviven personas de 56 nacionalidades procedentes de lugares tan dispares como Croacia, Pakistán, Marruecos, Polonia o Rumania.

La convivencia es "ejemplar", según sostienen desde el Concello, pero la crisis le ha pasado factura. De los 3.235 expedientes a familias abiertos por el departamento de Servicios Sociales en 2009, 695 tienen por objeto otorgar ayudas y orientar a los inmigrantes en la búsqueda de empleo, el acceso a la vivienda o la renovación de permisos de residencia.

El modo de afrontar la crisis desde Servicios Sociales fue el motor de la jornadas de interculturalidad que organiza Ecos do Sur. Técnicos, expertos y agrupaciones solidarias participaron en un debate que giró en torno a la necesidad de promover el "trabajo en red". El ejemplo, Vic. Responsables de este municipio catalán con un porcentaje de inmigración del 25% presentaron su Plan de Barrios, que nace de la implicación de todos los departamentos municipales con el objetivo, en resumen, de humanizar el urbanismo y erradicar los guetos.