El Congreso decide excluir a los emigrantes de las elecciones locales

Los emigrantes, sus descendientes con nacionalidad española y los residentes en el exterior perderán el derecho a votar en las elecciones municipales, tal y como acordaron ayer los partidos políticos que integran en el Congreso de los Diputados la subcomisión de estudio para la reforma de la ley electoral. El acuerdo, que fue alcanzado por sorpresa al no estar previsto oficialmente su debate en el orden del día de la reunión, tendrá que ser ratificado ahora por la Comisión Constitucional y, después, por el pleno de la Cámara baja.

La proposición alcanzada, aunque elimina la participación de la diáspora en la elección de alcaldes y corporaciones locales, rebaja sensiblemente el preacuerdo que habían cerrado PSOE y PP y que fue desvelado por La Voz de Galicia el mes pasado. En ese pacto, los dos partidos mayoritarios pretendían excluir también a los residentes en el exterior de los comicios autonómicos y de la elección de diputados, para crear a cambio una circunscripción de la emigración en el Senado.

Intenciones revisadas

La fuerte oposición de los colectivos de emigrantes, la división generada tanto en las filas socialistas como en las populares y las dudas sobre la constitucionalidad de la reforma tal y como estaba planteada han obligado a rebajar esa pretensión inicial, aunque introduciendo importantes cambios en el mecanismo de participación electoral de los residentes en el exterior. Así, en cuanto se apruebe la modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg), los 1,3 millones de emigrantes españoles tendrán la posibilidad de votar en las urnas que a partir de ahora se abrirán como colegio electoral en los consulados o bien hacerlo por correo. En el primero de los casos tendrán que presentar el pasaporte o el DNI, como ocurre en España, y los que opten por la vía postal deberán introducir una fotocopia de sus documentos de identificación, como ya ocurrió en las últimas autonómicas gallegas.

Pero la gran novedad vendrá dada por la decisión tomada ayer por la subcomisión del Congreso de obligar a partir de ahora a los censados en el exterior a solicitar su inclusión en el censo de electores de cada uno de los comicios en los que pretendan participar cada vez que estos sean convocados. El llamado voto rogado (ya instaurado para los emigrantes en las elecciones municipales) se convertirá por la vía de los hechos en un notable filtro para su participación. Esa obligada petición de participación ha llevado a los comicios locales a ser los que menor interés concitan para la diáspora, que en cambio recibía en sus domicilios toda la documentación y papeletas para votar en el resto de las citas electorales.

El voto en urna en los consulados se podrá realizar en cambio durante los tres días previos a la celebración de las elecciones, para garantizar tanto una mayor participación como para facilitar el trabajo consular. Los votos serán remitidos por valija diplomática a las respectivas juntas electorales provinciales para su recuento.

Para las municipales del 2011

La utilización de la urna en el exterior había sido demandada al Gobierno central por unanimidad por el Parlamento gallego, que precisamente con su planteamiento propició la creación de la subcomisión que ayer, y con un mes de retraso, dio por finalizado su dictamen sobre el voto exterior. La intención de los integrantes de dicho órgano es que esté en vigor ya para las elecciones municipales del año que viene.