R. PRIETO | A CORUÑA Habrá voto en urna para la emigración, pero no en todos los países donde residen ciudadanos gallegos. La reclamación de PP, PSdeG y BNG sobre el voto emigrante pactada por consenso en el Parlamento gallego ha sido tenido en cuenta por la subcomisión del Congreso que debate la reforma electoral. Pero el alcance será mínimo ya que la instalación de urnas en los consulados resultará inviable en dos de cada diez países donde residen actualmente emigrantes gallegos. Se trata sólo de aquellos donde están censados un mínimo de 500 electores, la cifra necesaria para la constitución de una mesa electoral. De los 137 países en los que residen gallegos, 113 tienen menos de medio millar de inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) y de ellos, 100 se quedan por debajo del centenar de electores.

La alternativa para los lugares que no superen los 500 votantes es el sufragio por correo, el sistema utilizado hasta ahora por la práctica totalidad de la diáspora en las elecciones autonómicas y generales. Pero en los próximo comicios, a los emigrantes ya no les llegará la papeleta a casa. A partir de ahora, el voto por correo será rogado. Es decir, los españoles en el exterior tendrán que solicitar la documentación electoral. Hasta ahora este sistema sólo se aplicaba en las municipales, elecciones en las que los más de 1,3 millones de emigrantes -unos 350.000 gallegos- serán vetados por el reciente acuerdo en la subcomisión de la Cámara baja.

Voto rogado

La emigración da por hecho que este sistema de voto rogado hará caer en picado la participación en las elecciones autonómicas y generales. El precedente lo marcan las municipales, en las que apenas emiten su voto un 5% de los españoles residentes en el exterior, frente al 30% que sí lo hace en las autonómicas. Esta baja participación -según el presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, Francisco Ruiz- no se debe sólo al "inconveniente" que supone el tener que solicitar la documentación electoral, sino también a la "imposibilidad" de que las papeletas lleguen en plazo para el recuento, en especial las sacas procedentes de América.

Fuentes del PSdeG consultadas por este periódico dan por hecho que el voto de Suramérica, que concentra el 75% del electorado gallego en el exterior, no podrá llegar a tiempo para los comicios si el votante tiene que solicitar su sufragio a la Junta Electoral Provincial en la que está censado en Galicia. "A no ser que el propio consulado facilite el sufragio. Si tiene que enviarlo España, no llegará a tiempo. Las prisas han liado esta reforma", cuestionan desde el PSdeG, al tiempo que defienden una circunscripción para la emigración en las Cortes. Una solución que permitiría el voto en urna, ya que tan sólo exigiría una en cada consulado. De lo contrario, en las elecciones gallegas habrá que establecer una para cada provincia. Y lo realmente complicado se dará en las generales, en las que habrá que establecer 52 para el Congreso y 59 para el Senado, con millones de papeletas, candidaturas y sobres. La inviabilidad del voto en urna sin la creación de una circunscripción para la emigración en las Cortes ya la puso de manifiesto el Consejo de Estado en 2009 en un informe encargado por el Gobierno: "El voto en urna exigiría una logística desmesurada que empeoraría de existir más de una mesa electoral".