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Por Jaime López Castañeda
La Asamblea Parlamentaria Eurolat comenzó el día 13 sus trabajos en Sevilla, España, con la intención de afinar propuestas a presentar en la Cumbre Unión Europea-Latinoamérica y el Caribe de la semana próxima, y uno de los temas que ha acaparado la atención es el migratorio.
De hecho, la primera recomendación que se aprobó este jueves, lanzada por la eurodiputada María Muñiz, fue la referente a Migraciones.
Muñiz explicó que se trata "de superar las limitaciones de la Directiva de Retorno en relación con la migración, y proponemos la puesta en marcha de nuevos mecanismos para promocionar la inmigración legal".
En un aparente intento por congraciarse con América Latina - que tiene pronósticos de crecimiento económico de 4 por ciento para el año próximo- la eurodiputada dijo que es preciso superar esa visión restrictiva de la Directiva de Retorno de Inmigrantes, aprobada el 18 de junio de 2008 por la Unión Europea.
Esa directiva, todavía vigente, establece que los inmigrantes sin papeles que sean detenidos en suelo europeo podrán pasar hasta 18 meses retenidos en centros de internamiento mientras se tramita su expulsión.
Asimismo, podrán ser detenidos con una mera orden administrativa y una vez expulsados no podrán volver a la UE en cinco años.
Los inmigrantes menores de 18 años no acompañados podrán ser repatriados.
La legisladora insistió en que es el momento de recomendar la promoción de la inmigración regular, y que se busquen "más salidas que la mera expulsión".
Por ejemplo, dijo Muñiz, se deben reconocer títulos académicos a los latinoamericanos en el ámbito de la Unión Europea, la movilidad de los ciudadanos de esta región como si fuesen ciudadanos europeos y medidas de protección para mujeres y niños.
Entre estos nuevos mecanismos se encuentra "una política común de visados, la regulación por mérito individual o el reconocimiento de títulos académicos y cualificación profesional, así como la inmigración temporal y circular".
La legisladora reveló por qué se está cambiando de estrategia ante América Latina: "se trata de vincular la inmigración a las necesidades laborales en Europa", como una de varias medidas para enfrentar la crisis europea.
Entre estas medidas migratorias se encuentra la creación de un Observatorio de Migraciones UE-Latinoamérica, para saber cuántos emigrantes latinoamericanos llegan a los países de la UE y a qué se dedican.
Pero este tema no ha surgido de la noche a la mañana, ya que fue establecido el 1 de abril en Buenos Aires, en una reunión preparatoria, como uno de los dos principales asuntos regionales. El otro, es un acuerdo de asociación económica y política entre la Unión Europea y América Latina.
Respecto de este segundo tema, los parlamentarios han sido claros, al decir que se trata de "impulsar la conclusión de un acuerdo equilibrado y justo, que pueda multiplicar las potencialidades de las relaciones", y que permita que la Unión Europea se convierta en el principal socio comercial e inversor en el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Cabe considerar que éste no es el único acuerdo pendiente con la región, ya que la Unión Europea se apresta a concluir otro con América Central y otros bilaterales con Colombia y con Perú.
En apoyo a los acuerdos birregionales, el titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Enrique Iglesias, dijo este jueves que América Latina "no es parte del origen del problema (económico de la UE), y sí puede serlo de la solución".
Dijo que una prueba de la madurez económica de la región es que 11 países latinoamericanos han pasado la crisis financiera internacional sin entrar en recesión.
Afirmó que la economía de los siete países más ricos de América Latina equivale al 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de China.
En tanto, el copresidente de la Asamblea por parte de Europa, José Ignacio Salafranca, mencionó que el año pasado la recesión en la UE fue de 4,5 por ciento, mientras que en América Latina fue de 1,8 por ciento.
También indicó que las previsiones de crecimiento del año próximo en la UE son de 0,7 por ciento, mientras que en Latinoamérica se habla de 4 por ciento.
Todo parece indicar que, al menos en este momento, la UE volteó los ojos con atención hacia Latinoamérica, en busca de mecanismos para salir de su crisis, que emergió cuando todos pensaban que, ante la caída del dólar, el euro se estaba convirtiendo en la moneda más sólida del mundo. (Xinhua)
14/05/2010
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