Cuando A Coruña está en África

Rosaura González y Luis Carballeira, al que todos llaman Manos Dulces, imparten un curso de cocina a emigrantes atendidos en Gaia

El recuerdo de la emigración gallega está presente en cada momento de la conversación con los responsables de la ONG Ecodesarrollo Gaia. Facilitar la integración de los emigrantes que llegan a la ciudad es uno de sus principales objetivos, aunque sin olvidar la atención en los países de procedencia de estos colectivos. De hecho, en Senegal funcionan diversas instalaciones como una escuela infantil, un centro de formación laboral, una casa del mar «y estamos trabajando en la apertura de una maternidad», todo ello bajo el nombre de Coruña.

Desde hace once años, Ecodesarrollo Gaia funciona en la ciudad, siendo los emigrantes senegaleses la mayor parte de los beneficiarios de sus actividades. Guillermo Fernández Obanza argumenta que desde la ONG «tratamos de mitigar el impacto que para ellos supone llegar a un lugar desconocido, de establecer sinergias positivas entre la población y sus nuevos vecinos». Destaca que en el fondo «se trata de hacer realidad aquello de que en esta ciudad nadie es forastero» y sostiene que entre la población «apenas hemos encontrado casos de negatividad hacia estos emigrantes». Cursos de español, asesoramiento laboral y administrativo o distribución de comida son algunas de las actividades que lleva a cabo Ecodesarrollo Gaia, la mayoría bajo el lema Coruña Abierta.

La atención a las mujeres emigrantes y el fortalecimiento de las estructuras familiares son otras tareas en las que se afanan las tres personas que trabajan en la entidad: María Barba, Cristina Dieguez y Jesús Silvela.

Aunque la sede está en un bajo de la Sagrada Familia, Ecodesarrollo Gaia realiza actividades, en colaboración con centros cívicos y con diversas entidades de la ciudad. Según la última memoria anual publicada por la ONG, su asesoría jurídica atendió casi un millar de casos, mientras que la asesoría laboral tramitó 546 expedientes socio-sanitarios y atendieron a 565 personas; además, casi cien usuarios se acercaron a las nuevas tecnologías, 115 asistieron a las clases de español y en las actividades destinadas a la infancia y la juventud participaron más de setecientos jóvenes, indican desde Ecodesarrollo Gaia.