Fiscalizando la solidaridad

(19/07/2010)

Fiscalizando la solidaridad

Cinco mil personas, entre inmigrantes y emigrantes retornados, se beneficiaron de los programas de Cáritas

Autor:

Fina Ulloa

Localidad:

ourense/la voz.

Fecha

17/7/2010

A los escépticos de la gestión que realizan las entidades asistenciales y benéficas con las ayudas y subvenciones, es decir con el dinero público que reciben de las distintas administraciones, les hubiera resultado muy ilustrativo estar ayer en la reunión que se desarrolló en la sede de Cáritas de Ourense.

Técnicos y responsables de varios servicios que tiene en marcha esta entidad para asistencia e inserción de inmigrantes y emigrantes retornados, explicaron punto por punto a los representantes de la Secretaría Xeral de Emigración cómo se habían gestionado los 110.000 euros del convenio firmado con este departamento de la Xunta.

El pasado año cinco mil personas pasaron por este plan de acción al que Cáritas une también otros recursos, tanto propios como procedentes de otras ayudas institucionales, para alcanzar el objetivo final: reintegrar al ritmo social y laboral a estos retornados o inmigrantes que llegan a tierras ourensanas buscando una vida mejor que, en ocasiones, no es tan sencilla de encontrar.

El primer recurso que ofrece Cáritas a estos colectivos se centra en cubrir las necesidades básicas de subsistencia, que en muchas ocasiones llevan equiparada la necesidad de encontrar un lugar en el que vivir. Como primera solución, Cáritas dispone de cuatro pisos de acogida que suman 40 plazas y que tienen un plazo de uso fijado -salvo casos muy excepcionales- en dos meses. Por cierto que ayer el subdirector de Emigración, Antonio Aguarón Turrientes visitó también estas viviendas para comprobar su estado de utilización y comprobar si existían necesidades de mantenimiento derivadas del uso continuado de los mismos.

Pero paralelamente, Cáritas realiza un itinerario personal para los usuarios del servicio con el objetivo de que la ayuda no se quede solo en «darle el pescado, sino ayudarles a pescar».

De ese análisis particular se derivan las acciones paralelas a la propia acogida que se desarrollan y que en muchos casos pasan por cursos de alfabetización y adaptación al idioma, como herramienta básica para luego pasar a la formación laboral que les permita optar a encontrar un trabajo con mayor facilidad.

Los recursos de Cáritas se compatibilizan con otros existentes por parte de la administración o de otros colectivos, según se destacaba ayer porque «es necesario no duplicar recursos en el territorio, optimizando las intervenciones con la finalidad de ofrecer al colectivo una mayor especialización».