Política y ruptura generacional minan los centros gallegos en Latinoamérica

(10/08/2010)

Política y ruptura generacional minan los centros gallegos en Latinoamérica

Muchas entidades de Argentina solo se activan con las visitas desde Galicia de los candidatos electorales

Autor:

Agustín Bottinelli | Corresponsal

Localidad:

buenos aires/LA VOZ.

Fecha

10/8/2010

Si en Europa los centros gallegos se encuentran en retroceso, en América Latina el fenómeno es similar. Actualmente, estas entidades en Buenos Aires, una de las grandes capitales de la emigración gallega, no atraviesan su mejor momento. Opinan los expertos que parte de culpa hay que buscarla en la política, y otra parte en la creación de asociaciones que acogen a los más jóvenes: los hijos y nietos de los inmigrantes originales.

José Manuel Rodríguez González, secretario de la Federación de Asociaciones Gallegas de la República Argentina y enlace entre todos los centros gallegos, opina sobre el fenómeno: «Unos años atrás hubo un repunte de la actividad por el empuje que llegó desde Galicia. Pero luego han metido nuevamente la política dentro de las instituciones y eso ha hecho que se produzca un alejamiento de los habituales asistentes a los centros».

Diversificación

Para Rodríguez González, otro problema hay que buscarlo en el hecho de que el Gobierno central de España incentivara la creación de instituciones de jóvenes fuera de las ya existentes, y desviara de este modo los recursos que debían de apoyar a los centros creados hace 80 o 100 años. «Esto hizo que los más jóvenes ya no participaran, como lo hacían, de las actividades de cada centro, que aún siguen siendo muchas y variadas, pero claro está, con menos asistencia. El fin de semana pasado hubo cinco tipos de actividades, pero con baja participación. Por supuesto, no se le puede echar la culpa a una sola cosa, se debe también a la falta de recambio generacional».

Para las sociedades gallegas en Argentina, es muy importante el apoyo financiero desde Galicia. El secretario de la asociación de centros lamenta el recorte que han percibido en sus ayudas, pero lo entiende: «La Xunta de Galicia tiene distintos programas desde hace muchísimos años, para acciones culturales, equipamiento, bibliotecas y obras. Sí hubo una baja en las cantidades, pero desde acá se ve lógico porque allí hay una crisis. Cuando se ajusta, hay que ajustar hacia todos lados. Hubo recortes y eso se siente».

En la capital y en el interior

La problemática es parecida en los centros gallegos del interior del país, y muchos de ellos se activan más en tiempos de elecciones con la llegada de políticos desde Galicia. Sin embargo, durante el resto del año, sus responsables admiten que ha decrecido notablemente su actividad.

El fenómeno es similar en Uruguay y en otros países con importantes colonias de gallegos. En Cuba, solamente en La Habana están registradas más de cuarenta sociedades de gallegos, la mayor parte de las cuales apenas sí tienen alguna actividad. Con todo, la labor de los centros gallegos en Argentina y, por extensión, en la mayor parte de Latinoamérica, trasciende de la pura oferta de ocio, ya que los más importantes mantienen la vocación asistencial con la que nacieron y ofrecen servicios a gallegos o descendientes que el Estado no les puede proporcionar: desde la sanidad a los recursos más básicos para personas que han quedado con una pensión mínima.