Murcia, 15 sep (EFE).- El embajador de Argelia en España, Mohammed Haneche, ha dicho hoy en Murcia que el fenómeno de la inmigración ilegal de ciudadanos de su país "está totalmente bajo control" gracias a la cooperación de ambos países en ese tema y los acuerdos de repatriación.
Haneche ha asegurado que "se trata de una minoría marginal la que puede llegar" y ha querido matizar que al contrario de lo que en ocasiones se afirma "no hay muchos o demasiados ciudadanos argelinos" que viajan en patera a España.
El embajador ha remarcado que actualmente existen instrumentos jurídicos capaces de "arreglar" la situación, ya que cada vez que llega a España un inmigrante indocumentado "de forma automática se procede a su repatriación hacia su país de origen", con lo que la inmigración ilegal "no constituye un problema de fricción" entre ambos países.
El embajador argelino ha hecho estas declaraciones en rueda de prensa en el Palacio de San Esteban de Murcia al término de un breve encuentro con el presidente de la Región, Ramón Luis Valcárcel, a quién trasladó los planes de desarrollo económico de su país, que prevén un crecimiento del 6 por ciento en 2011 y la posibilidad de acuerdos comerciales.
En este sentido, el embajador ha dispuesto un encuentro con representantes empresariales murcianos, a quienes devolverá la visita que recientemente han hecho a Argelia para interesarse por las posibilidades de negocio en aquel país en sectores como el agrícola, de la construcción y de transferencia tecnológica.
Haneche, que lleva cinco años en España, ha considerado "maravilloso" este país, y ha indicado que la visita a la Región se enmarca en las que un embajador realiza a las distintas autonomías españolas para promover las relaciones con esos territorios y, este sentido, subrayó la importancia de Murcia por su vinculación histórica y afectiva con Argelia.
Según dijo, ambos coincidieron en el tremendo potencial que tienen en cooperación comercial y económica, y al respecto señaló que Argelia prevé invertir 300 millones de dólares en un plan quinquenal de infraestructuras que, entre otras cuestiones, prevé construir un millón de viviendas, autopistas y un gran ferrocarril.