Más del diez por ciento de la población empadronada en A Coruña ha nacido fuera de España, y el 5,4% tiene una nacionalidad diferente a la española. Son los datos de la actualización más reciente del padrón municipal, realizada el pasado 20 de septiembre y, por lo tanto, con unos números más actualizados que los últimos aprobados por el Instituto Nacional de Estadística el año pasado. Entre el grupo de coruñeses nacidos fuera de la piel de toro-pero que pueden tener igualmente la nacionalidad española-, la colectividad más importante es la venezolana, que cuenta con 2.538 miembros del total de 25.447 que registran las listas municipales. Entre aquellos que vieron la primera luz fuera de las fronteras hispanas se colocan en segunda posición los nacidos en Argentina (2.307) y Brasil (2.043). Uruguay (1.894), Colombia (1.596) y Suiza (1.468) son otros de los países que aparecen en la lista como lugar de nacimiento de importantes grupos de coruñeses que, en la mayoría de los casos, son hijos de los emigrantes que durante las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta se trasladaron en busca de trabajo a diferentes países de América y Europa.

Africanos y americanos

Entre los inmigrantes residentes en A Coruña que tienen nacionalidad extranjera son los brasileños el grupo más importante, con 1.508 empadronados. A continuación aparecen colombianos (1.040) y peruanos (999). Los senegaleses ocupan la cuarta posición en la tabla (841), a mucha distancia de los coruñeses con las siguientes nacionalidades africanas más abundantes: Marruecos, un país que tiene censados 349 personas, y Argelia, con 135.

El trabajo es la razón principal de la llegada de extranjeros a la ciudad, aunque este colectivo también ha sufrido las consecuencias de la crisis económica como el resto de trabajadores. La estadísticas indican que cerca del 5% del total de los parados de la provincia de A Coruña son extranjeros -cerca de 4.100 personas de las más de 74.000 que están sin empleo-. La creciente dificultad para encontrar ocupación ha sido una de las razones de que personas nacidas en países como Argentina o Uruguay hayan detenido su flujo migratorio. Aunque también se han ralentizado las llegadas de otras nacionalidades como la brasileña, debido a la sustancial mejora económica que ha experimentado la economía de su país, que se ha convertido en una de las locomotoras económicas del mundo.

Algunas de las conclusiones que se pueden extraer de los últimos datos del padrón municipal son la progresiva integración que los extranjeros acaban consiguiendo en su sociedad de adopción, y también que la elección que muchos inmigrantes realizan a la hora de empezar una nueva vida es el lugar de donde procedía su familia antes de que acabase instalada en un país diferente al de su nacimiento. Solo la mitad de los residentes de A Coruña que han nacido en un lugar distinto tienen todavía la nacionalidad extranjera, unas 12.700 personas. La otra mitad de los nacidos fuera ya han conseguido convertirse en españoles o, en el caso por ejemplo de muchos argentinos, ya tenían el pasaporte antes de recalar en España debido a que son hijos de emigrantes que se fueron de España. Respecto a problemas como la discriminación o el racismo, estos aparecen sobre todo cuando el extranjero tiene un color de piel diferente o su país se sitúa fuera de la órbita europea. Un inmigrante de un país de la Unión Europea tiene muchas más facilidades para integrarse en la sociedad española y encontrar trabajo que otro proveniente de un estado africano o asiático. Y es que la raza sigue siendo motivo de racismo.