SEVILLA, 13 (EUROPA PRESS)

El coordinador del Área de Inmigración de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), Carlos Arce, ha advertido este lunes ante el alumbramiento protagonizado por una mujer inmigrante a bordo de la patera en la que viajaba que muchas de ellas se quedan embarazadas durante el tránsito como consecuencia de violaciones, un "peaje más que tienen que pagar algunas mujeres durante la migración".

Según ha indicado Arce a Europa Press, en ocasiones se produce violencia sexual contra las mujeres inmigrantes por parte de "múltiples agentes, tanto de cuerpos y fuerzas de seguridad de los distintos países por los que van pasando, como personas autóctonas, y los propios compañeros de viaje".

En este sentido, se ha referido a un informe de Médicos sin Fronteras de 2010 donde se hace un estudio específico sobre la violencia contra las mujeres subsaharianas en tránsito migratorio que están "bloqueadas" en Marruecos intentando pasar hacia Europa y violencia general y sexual en particular, cuyos datos son "espeluznantes".

Asimismo, ha señalado que compañeras de la Apdh-a que trabajan con mujeres subsaharianas en el norte de Tánger "nos certifican que la violencia sexual es como un peaje más que las mujeres pagan en su proceso migratoria.

Además, ha indicado que, en algunas ocasiones, la manera que tienen de subsistir es "ejercer la prostitución" con el riesgo que conlleva que "en los países de tránsito no está muy generalizado el acceso y la conciencia del uso de medios de protección".

Por su parte, la presidenta de Andalucía Acoge, Mamen Castellanos, ha destacado a Europa Press que este es el primer caso conocido de un parto que haya tenido lugar a bordo de una patera y ha señalado que la causa de que se encuentren mujeres encinta en estas circunstancias puede ser desde embarazos fruto de violaciones, trata de mujeres durante el tránsito hasta gestaciones consentidas con sus esposos o compañeros que conocen durante el viaje y que luego se convierten en sus parejas.

Tal y como ha señalado, hay que tener en cuenta que muchas de estas mujeres inmigrantes llevan hasta cinco años de viaje antes de llegar a España, por lo que "en la mayoría de los casos no se quedan embarazadas unos meses antes esperando justo llegar a España encinta para obtener más facilidades".

En muchos casos, estas mujeres "salen de su país sin saber a donde van siquiera, porque parten huyendo de su país por una situación de malos tratos y durante el camino pueden sufrir violaciones y traer a sus hijos con ellas o no, o bien, conocen a su pareja durante el trayecto y deciden formar una familia y afrontar la migración juntos".

"EXPULSIONES EN FAMILIA"

Castellanos ha subrayado que, en contra de lo que se suele pensar, las mujeres inmigrantes que llegan embarazadas a España, si no están a punto de dar a luz o sufren algún riesgo de aborto "son trasladadas a centros de internamiento y expulsadas en los 60 días posteriores". Incluso, ha dicho, "se conocen casos de mujeres que han sido enviadas a estos centros con peligro de aborto y, de hecho, han abortado en ellos".

Asimismo, ha afirmado, en ocasiones "la familia es expulsada conjuntamente, incluso por separado, es decir, por un lado la madre con el hijo y, por otro, el marido", con lo que ha habido casos en los que, luego "el reencuentro ha sido imposible".

Por otro lado, la presidenta de Andalucía Acoge ha llamado la atención sobre el hecho de que, de manera contraria a la percepción que tiene la sociedad, "en patera no llegan ni un 10 por ciento de los inmigrantes que vienen a España", accediendo la mayoría a nuestro país a través de los aeropuertos como turistas con visado.

Además, ha apuntado que este año "están llegando muchísimos menos inmigrantes que en años anteriores" debido a la acción de los controles en las fronteras contemplados en el Plan África, como el Frontex. No obstante, ha señalado que "aunque este año han sido menos los inmigrantes que han alcanzado las costas españolas, se han perdido vidas, por lo que está claro que no se están haciendo los esfuerzos necesarios".

En este sentido, ha dicho que es una "vergüenza" que la ayuda para cooperación al desarrollo que envía España a países en vías de desarrollo "se destine mayoritariamente al control de las fronteras, en lugar de dirigirse a crear las condiciones de desarrollo adecuadas en estos países para evitar las migraciones o facilitar los asilos políticos en países en guerra".