Algo más de 3.000 emigrantes ponen fin cada año a su experiencia vital en el extranjero regresando a Galicia para establecer de nuevo su residencia. El 2010 no fue una excepción en ese sentido, e incluso creció ligeramente el contingente de retornados. De los 36.967 emigrantes españoles que volvieron del extranjero, 3.492 pusieron rumbo a Galicia para establecerse de nuevo en alguna de sus provincias. El camino contrario fue recorrido en los últimos doce meses por 3.212 gallegos y 6.267 extranjeros que volvieron a sus hogares o buscaron suerte en un tercer Estado. Pero la delicada situación económica desanimó a los foráneos a moverse de nuevo, ya que un año antes habían sido 9.063 los que entonces optaron por abandonar Galicia.

El dibujo de los movimientos migratorios indica que la comunidad es especialmente atractiva para las inmigrantes, ya que llegan casi seiscientas mujeres extranjeras más que hombres, mientras que las llegadas de nacionales son prácticamente idénticas en número en ambos sexos.

Las marchas de Galicia siguen un patrón contrario en lo que respecta al extranjero, al ser mayoritaria la emigración masculina, mientras que en la interior el equilibrio vuelve a ser casi perfecto.