Los cuatro grupos políticos que integran la Corporación Municipal de Arteixo (PSOE, Terra Galega, PP y BNG) hicieron ayer un llamamiento unánime "y firme a la tolerancia, a la tranquilidad y a la convivencia ciudadana" tras las sucesivas tensiones vecinales por el local social que hace las veces de mezquita o la decisión de un colegio público de la localidad de prohibir a una alumna asistir a clases con la cabeza cubierta por un velo. En este municipio limítrofe con A Coruña viven unos 30.000 habitantes, entre los que hay personas procedentes de más de 50 nacionalidades y que representan "una amplia diversidad de culturas sin que nunca esa diferencia fuera motivo de disputa o conflicto grave", reseñan los concejales de todas las fuerzas políticas.

El Ayuntamiento, gobernado por los socialistas en coalición con Terra Galega (Tega), afirma que nunca vulneró el principio de la Constitución que declara España un país aconfesional y que otorga a todos los ciudadanos libertad absoluta de credo y religión. Los ediles de la Corporación al completo advierten que no permitirán que esos principios "sean vulnerados por nadie". Todos los habitantes de Arteixo tienen los mismos derechos y deberes, continúan los portavoces de los cuatro partidos. "Y es responsabilidad de todos lograr que Arteixo siga siendo un ejemplo de convivencia en un mundo cada vez más globalizado".