Mientras el debate invade las reuniones de profesores y los medios de comunicación, la niña sancionada en el colegio de Arteixo por acudir a clase con velo continúa con su vida normal, ajena a cualquier conflicto y siempre con su hiyab. Respaldada por sus padres, que le han dado total libertad para decidir sobre la conveniencia o no de mantener la cabeza cubierta en las aulas, la joven de sexto curso añadió ayer que también tiene la comprensión de sus amigos del colegio. «Todos mis compañeros me apoyan en este tema», resumió la niña instantes previos a subirse al autobús escolar para volver a casa.

Y lo corrobora un amigo que la acompaña al salir de clase. «Es su religión y hay que respetarla. Además, solo es una persona, ¿tanto lío por una persona?», sentencia el joven estudiante.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de Arteixo y la Consellería de Educación se invitan mutuamente a resolver el problema. La alcaldesa de la localidad, la socialista Pilar Souto, remitió una misiva al conselleiro Jesús Vázquez para que «tome cartas no asunto». Le pide que el Gobierno autonómico determine «unha única norma a seguir, de obrigado cumprimento para todos os centros educativos da comunidade sostidos con fondos públicos, e evitando así que cada centro regule de forma autónoma esta cuestión».

La alcaldesa le recuerda al conselleiro que Arteixo cuenta con una amplia comunidad magrebí «absolutamente integrada no municipio dende hai case corenta anos». «Se en lugar de ser un só centro o que contemplase esta prohibición fose, polo contrario, un só o que non a contemplase, ¿veríanse todas as rapazas musulmás na obriga de matricularse no mesmo centro só por razóns relixiosas ou culturais?», esgrime la regidora de Arteixo.

Pero el conselleiro replicó asegurando que «la alcaldesa boicotea la decisión del claustro y el consello escolar». El reglamento del colegio establece, en su artículo 3, que «nas aulas manterase a cabeza descuberta».

Por su parte, la diputada del grupo nacionalista Carme Adán exigió a Vázquez que garantice «o dereito fundamental á escolarización da alumna sancionada con ameaza de expulsión por levar o velo islámico en clase». Adán recordó a la consellería que «a Xunta pode e debe posicionarse neste conflito pois lle atañe a ela, non é un problema do colexio».

Estudiará el cambio de centro

La Consellería de Educación aseguró ayer que estudiará el traslado de la niña del velo islámico «se así o solicitan os seus proxenitores». No obstante, el organismo de la Xunta recalca que respeta y apoya la decisión tomada por el consejo escolar del CEIP de Arteixo.

«A normativa do centro vai acorde co seu regulamento interno e que está apoiado polo consello escolar -no que están representandos os estamentos do centro- e pola ANPA», esgrime la Consellería de Educación, que insiste en que, si los progenitores no están de acuerdo con la normativa del centro y solicitan el cambio de colegio, «entón será estudada a solicitude, sempre e cando exista unha alternativa e non supoña unha intromisión na autonomía do outro centro».