La Xunta compara esta polémica con el conflicto ocurrido en Turquía y denominado caso Köse. El Gobierno turco prohibió en el 2002 llevar velo en la escuela y un grupo de padres y alumnos que estudiaban en varios liceos de Estambul protestaron contra esta medida, alegando una injerencia en su libertad religiosa y la violación de su derecho a la educación. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos declaró entonces el caso inadmisible por «manifiesta falta de fundamento».

La Xunta recuerda en su escrito remitido a la dirección del centro que el Tribunal Europeo de Dereitos Humanos se pronunció sobre este hecho afirmando que «a obriga imposta aos alumnos de acudir á escola coa cabeza desnuda é unha norma de orden xeral, que se aplica a todos os alumnos sen consideración da súa convicción relixiosa». Si bien, cabe destacar que en este caso se trata de una ley aprobada por el Gobierno turco, mientras que en Arteixo es un reglamento interno de un colegio el que hace la prohibición.

Hace meses que el estado turco comenzó a eliminar la prohibición de llevar velo en las universidades, a través de una serie de medidas.

En Europa

La posibilidad de usar velo en los colegios está siendo afrontado de diversas formas en Europa. En Francia, por ejemplo, se prohibió en el 2004 la utilización de símbolos religiosos visibles en las escuelas estatales, una medida que fue apoyada por la población. Sin embargo, el hiyab está aceptado en las escuelas musulmanas y en las universidades, donde la ley sobre símbolos religiosos no tiene vigencia.

En el Reino Unido no hay prohibición sobre la vestimenta islámica y son las escuelas las que deciden. En Alemania, en cambio, el Tribunal Constitucional Federal falló en el 2003 a favor de una maestra que quería usar velo islámico en la escuela, aunque es esta sentencia la que también establece que cada estado federal puede cambiar las leyes locales. A partir de entonces, cuatro estados prohibieron el uso del velo a los maestros. En Italia, el Parlamento aprobó en el 2005 una serie de leyes antiterroristas que convirtieron en infracción esconder el rostro en público, incluso con un burka.