Cada año se detectan en España entre 200 y 250 casos de paludismo o malaria, un centenar de casos de dengue y menos de 50 de Chikunguña. Estas enfermdedes tropicales que las personas contraen en sus destinos turísticos y que, después, importan a España, plantean nuevos retos al sector sanitario.

Los datos han sido facilitados por el jefe de Medicina Preventiva y Epidemiológica del Hospital Clínico de Barcelona, Antoni Trilla, durante la presentación de unas jornadas celebradas en Barcelona para abordar los retos subyacentes a la extensión de enfermedades emergentes, organizadas por el Centro Internacional para el Debate Científico y el CRESIB-IS Global en Cosmocaixa.

El director del Centro de Investigación en Salud Internacional de Barcelona (Cresib), Pedro Alonso se ha congratulado de la inclusión de los inmigrantes en el sistema sanitario español aunque ha lamentado que esto no sea "extensible a toda Europa". Alonso y otros médicos y científicos han planteado la necesidad de fomentar los debates de investigadores para valorar la vinculación ente las migraciones y las enfermedades tropicales y sobre todo la necesidad de incluir al inmigrante en el sistema sanitario.

Las enfermedades emergentes "no afectan a todos por igual", ha señalado Alonso, que ha insistido en la importancia de no reproducir las desigualdades económicas en temas sanitarios para preservar el modelo social, al tiempo que ha criticado la "visión eurocéntrica" imperante que presupone que los problemas sanitarios siempre vienen de fuera.

Enfermedades de ida y vuelta

El jefe de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Clínic de Barcelona, Antoni Trilla, ha destacado que existe un "riesgo real" de propagación, aunque ha instado a no crear alarma. En la misma línea se ha expresado Alonso, que ha defendido que contra la creencia extendida, no ha habido un incremento substancial de inmigración en Europa. "La imagen del inmigrante como un ser que nos invade no refleja la realidad", ha espetado.

En cualquier caso, Alonso ha animado a la población a salir del etnocentrismo y ha alertado sobre la necesidad de abordar la aparición de enfermedades poco habituales en Europa ante el fenómeno de un mundo cada vez más globalizado, con movimientos constantes de personas, donde las fronteras no tienen cabida.

Según el director del Cresib, debemos estar prevenidos ante las enfermedades que pueden llegar del denominado tercer mundo, pero no debemos perder de vista que nosotros también traspasamos virus a otros países. Y ha puesto como ejemplo los neumococos a la penicilina, una virus que tiene su epicentro en la ciudad de Barcelona y que se ha diseminado a casi todo el mundo.

Jornadas multidisciplinares

Durante las jornadas, unos 150 expertos internacionales de los ámbitos de la ciencia, la antropología, la entomología, la bioseguridad y el clima se han reunido para debatir la repercusión que tiene en Europa la importación de enfermedades que se daban por erradicadas.

La diversa procedencia académica de los participantes ha sido uno de los elementos más destacados. El objetivo de los profesionales es trabajar en equipo porque, como han señalado, son muchos y muy diversos, los elementos que pueden incrementar los casos de enfermedades emergentes. Entre ellos, el cambio climático, la mayor movilidad de la población mundial y la propagación de vectores de transmisión como los mosquitos.