PACO CERDÀ VALENCIA
La responsable europea de Inmigración y Asilo, Marta Cygan, reclamó ayer en Valencia que el Viejo Continente destierre las actitudes de "intolerancia y xenofobia" frente a la inmigración y deje de considerar el fenómeno como una "amenaza y un problema" para enfocarlo como una "ventaja y una oportunidad" ante el envejecimiento demográfico que afronta Europa. Lo dijo, y ella mismo se encargó de remarcarlo, en medio de "los acontecimientos al sur de la ribera mediterránea" que están provocando la salida de magrebíes hacia Europa y que harán "más acalorado" el debate de la inmigración.
En una reunión del Comité Económico y Social Europeo (CESE) celebrada en el cap i casal bajo el título "Inmigración e integración en las regiones y ciudades: cooperación entre administraciones locales, regionales y organizaciones de la sociedad civil", Marta Cygan dio tres grandes claves para avanzar en las políticas de integración.
Primero, destacó que la integración es "un proceso de esfuerzos mutuos" que compete a las dos partes. "Los inmigrantes deben poder conservar sus valores culturales, pero a la vez han de ser conscientes de sus obligaciones", y "la sociedad receptora" ha de ser "sociedad de acogida" para acrecentar "la sensación de pertenencia" a la sociedad de los inmigrantes.
En segundo lugar, Cygan puso énfasis en que "los inmigrantes deben participar a nivel político" en sus nuevas sociedades porque "es crucial para el proceso de integración". También subrayó, en tercer lugar, que "muchos inmigrantes se sienten más apegados al municipio en el que viven que a la comunidad autónoma o al país". Por eso, añadió la responsable comunitaria, "las autoridades locales pueden marcar la diferencia" para conseguir el objetivo deseado: "la igualdad de oportunidades y responsabilidades" en los inmigrantes.

"Ir más lejos de la tolerancia"
En otra mesa de trabajo de este encuentro comunitario celebrado en Valencia, el presidente del Comité Europeo de Migraciones del Consejo de Europa, Michel Villan, arremetió contra la presencia de la "intolerancia" y de los "barrios tipo gueto" que se observan en algunas ciudades europeas. Frente a ello, Villan aconsejó "ir más lejos de la simple tolerancia de la diferencia" para conseguir la auténtica integración. ¿Cómo conseguirlo? "El terreno de juego de la integración es la sociedad, no el derecho", apuntó Luis Miguel Pariza, ponente del dictamen del CESE. Y por eso la integración se fomenta "en las familias, las escuelas, los barrios y pueblos, el trabajo, los sindicatos, las empresas, las instituciones religiosas o deportivas". Por ello, agregó, "es fundamental el papel de la sociedad civil y sus organizaciones" y huir de la "demagogia y el populismo creciente e irresponsable" de los gobernantes.