CIUDAD DE MÉXICO, 9 de abril.- Los procesos migratorios se han acelerado y requieren de mecanismos de gestión internacionales que tomen en cuenta este fenómeno, sobre todo en temas comunes, como la reagrupación familiar.

En el caso de España los flujos migratorios han cambiado debido a la crisis económica. Un país de tránsito, pero también de destino, que desde 2010 ha perdido residentes extracomunitarios procedentes de la inmigración en un 1.4%. 

La secretaria de Estado de Inmigración y Emigración perteneciente al Ministerio de Trabajo e Inmigración de España, Anna Terrón i Cusí, señaló que su país está viviendo un periodo de retorno de migrantes hacia América Latina.

“Personas que llegaron a España, que se establecieron ahí, y que ahora creen que en sus países de origen pueden desarrollar las capacidades que adquirieron fuera y tener una situación mejor. En este momento no tenemos entradas, porque la situación económica ha sido bien difícil”, señaló la secretaria de Estado.

En España residen 15 mil 500 mexicanos.

Por su parte, el padrón de españoles en México asciende a 77 mil personas, de los cuales 17 mil son procedentes de España y 57 mil nacidos ya en México. El resto nacieron en otros países, pero conservan esa nacionalidad.

“La gente se mueve cada vez más, los cambios migratorios se dan en mucho menor tiempo y, sin embargo, no tenemos mecanismos mundiales multilaterales de gobernanza de estos fenómenos”, añadió Terrón i Cusí.

En su visita a México se
reunió, no sólo con la comunidad hispano-mexicana, sino también con autoridades migratorias y laborales.

Tras el encuentro con el comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, coincidió con él en que se debe ir más allá de las gestiones de residencia. Reconocer las capacidades profesionales desempeñadas fuera del país de origen y acreditarlas.

Por su parte, con el secretario del Trabajo, Javier Lozano, revisó los acuerdos bilaterales en Seguridad Social. “Son acuerdos que les permitirán acumular los beneficios sociales de su trayectoria laboral en ambos países y garantizarles unas pensiones futuras y sus derechos sociales”, dijo.

En el proceso migratorio, el papel de la mujer es relativamente nuevo dentro de los esquemas clásicos de la migración, y así lo destaca la secretaria de Estado de Inmigración e Emigración del Ministerio de Trabajo e Inmigración de España:

“En muchos casos, las mujeres están procediendo al cuidado de niños y de personas mayores que están permitiendo, a su vez, a otras mujeres acceder al mercado de trabajo.”

En los encuentros también estuvo la directora de Ciudadanía Española en el Exterior perteneciente a la Secretaría de Trabajo e Inmigración de España, Pilar Pin, encargada de la gestión de los españoles en el exterior. Desde programas dirigidos a la migración clásica en términos económicos como las pensiones para personas mayores que emigraron y no tienen otros recursos y ahora son mayores de 65, a la promoción de los jóvenes, el movimiento asociativo de las mujeres o la Ley de Memoria Histórica, entre otros proyectos.