Los ministros de Interior de la UE comienzan a negociar este lunes en Sopot (Polonia) la modificación del tratado de Schengen para permitir el restablecimiento temporal de las fronteras internas en casos excepcionales, como la llegada masiva de inmigrantes.
El cambio fue impulsado por Francia e Italia a raíz de la oleada de inmigrantes procedentes del Norte de África en los últimos meses y respaldado por los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en junio.
La Comisión Europea presentará una propuesta concreta al respecto en septiembre, pero antes quiere escuchar la opinión de los ministros europeos de Interior.
Polonia, que desde el pasado 1 de junio ocupa la presidencia rotatoria de la UE, se ha declarado en repetidas ocasiones en contra de que la Europa sin fronteras que instauró Schengen se vea amenazada por la modificación y recalca que el cambio no puede comprometer la libertad de movimiento, una posición que comparte España.
"No es un secreto que nos oponemos a reintroducir fronteras", aseguró esta semana una fuente de la Presidencia, quien añadió que este tipo de medidas deberían darse solo como "último recurso" y en "situaciones absolutamente excepcionales en las que no quede más remedio".
Las mismas fuentes recordaron que las normas actuales de Schengen ya preven interrupciones momentáneas de la libre circulación, una excepción que ha servido de argumento a países como Francia y Dinamarca y ha desencadenado una "multiplicación de acciones individuales en cadena que no respetan la filosofía del tratado".
Controles permanentes
Dinamarca sorprendió en mayo al anunciar que instauraría controles permanentes en sus fronteras con Alemania y Suecia, aunque posteriormente matizó su afirmación y explicó que la medida se limitaría a controles aduaneros.
El Ejecutivo comunitario envió el jueves pasado un grupo de expertos que durante dos días analizaron la situación sobre el terreno, en una misión acordada con el Gobierno danés.
Fuentes comunitarias explicaron que sería demasiado prematuro que la CE pudiera presentar conclusiones de esa misión el lunes a los ministros de Interior, aunque no descartaron contar ya con algunos elementos facilitados por la Comisión.
España estará representada en el encuentro por el nuevo ministro de Interior, Antonio Camacho, tras la renuncia de Alfredo Pérez Rubalcaba para centrarse en su nueva labor como candidato del PSOE para las próximas elecciones.
Los ministros mantendrán el lunes, por otro lado, un debate sobre el nuevo sistema de asilo que la UE espera aprobar para finales del próximo año y una discusión acerca de la política comunitaria antidrogas.
La reunión, al tener carácter informal, no permite aprobar decisiones oficiales.
Al día siguiente se reunirán, también en Sopot, los titulares de Justicia para abordar dos cuestiones: la protección a las víctimas de delitos y la aproximación entre las 27 legislaciones que regulan los contratos laborales en la Unión. Acudirá el ministro de Justicia español, Francisco Caamaño.
