Dolores Cruz: «El inmigrante aporta mucho»

Dolores Cruz Cousillas, Loly Bolay tras su matrimonio, es la española que más lejos ha llegado en la política suiza, y de las que más en Europa. Natural de Corme, donde nació hace 60 años, emigró de adolescente a Ginebra y, tras su experiencia profesional vinculada al comercio y la empresa, dio el salto a la política hace 14 años ligada al Partido Socialista. Ha ido escalando peldaños poco a poco: tras llegar a la presidencia del Parlamento cantonal de Ginebra, en la actualidad mantiene el acta de diputada (hasta noviembre de 2013), trabaja en distintas comisiones ligadas en su mayoría a la justicia y la igualdad, y acaba de dar el salto a la política estatal. Dentro de poco más de un mes, el 23 de octubre, se celebrarán elecciones al Parlamento Federal, y ella (es la primera española en hacerlo) aspira a conseguir un escaño, aunque reconoce que no lo tiene fácil.

-¿Es optimista, cree que logrará sentarse en el Parlamento de Berna?

-Es un riesgo. Ginebra aporta 11 de los 246 diputados de Suiza. Mi partido tiene tres, y además de mi candidatura, se presentan caras muy conocidas de la política cantonal, como por ejemplo el exalcalde ginebrino. Sé que es difícil, pero todas las elecciones lo son. Esto es como un partido de fútbol, hay que jugarlo y hasta el final no se sabe qué va a pasar. Yo no soy de las que dan algo por perdido ya desde el principio.

-¿Por qué se presenta?

-Mi partido me lo pidió. Hay un tema importante, y es el avance de la extrema derecha, la UDC es la que más sube en Suiza. Yo creo que puedo aportar algo para frenar ese avance. Ellos atacan sobre todo la inmigración, quieren limitarla. Y esto me hace recordar los tiempos en los que yo llegué a Ginebra como inmigrante, en 1968, cuando precisamente había una iniciativa similar del mismo partido para reducir los inmigrantes.

-¿Y a usted qué le parece todo eso, qué puede hacer?

-Mi lucha es demostrar que la inmigración es una oportunidad muy grande. Yo estoy convencida de que el inmigrante aporta mucho, genera riqueza, es la mezcla de los dos mundos, el que trae y el que se encuentra. Yo quiero demostrar que los que vinieron se integraron de una manera excepcional, contribuyeron notablemente al crecimiento de la economía del país y se ocuparon de trabajos que los suizos no querían hacer.

-¿Realmente hay tanta presión contra los inmigrantes?

-Es que los extremistas alarman con que Suiza está en peligro, y hacen amalgamas mezclando las cuestiones de asilo político de determinados Estados con la inmigración, y son cuestiones que hay que separar.

-¿Y qué opinan los suizos? No solo los partidos.

-En Ginebra, como multicultural que es, la gente aprendió el valor de los que llegaban. Al principio nos trataron mal, pero con el tiempo han reconocido nuestro trabajo. Pasa con los gallegos, que nos ven como trabajadores y honestos. En la zona alemana, y algo en la italiana, la xenofobia se ve más. Es ahí donde la UDC tiene más fuerza, con un discurso que tiene mucha fuerza entre ciertos sectores.

-Usted lleva ya 14 años en la primera línea política. ¿Qué tal la experiencia?

-Fantástica. Con mi ejemplo les digo a los jóvenes: tenéis que dar el paso. Sobre todo a los que tienen doble nacionalidad. Pueden aportar cosas muy importantes. Y como son jóvenes, tienen que implicarse. La política me ha dado mucho. Yo al principio no sabía nada, y gracias a ella aprendí cómo funciona el país, las instituciones, la justicia, la policía. Creo que es necesario empezar desde abajo. Yo primero estuve en la municipal, después en la cantonal, y ahora a la federal.

-¿Y para terminar su carrera?

-Pues me gustaría terminar en un escaño en el Parlamento de Berna, claro, para ver en primera línea cómo se hace la política para todo el país. A ver qué pasa.