'La maternidad ahora se comparte con los padres o las cuidadoras inmigrantes'

Hoy gran parte de las cuidadoras de los niños son de origen extranjero. Pero, ¿cómo ha cambiado la presencia de las trabajadoras inmigrantes en el hogar la forma de cuidar a los menores? A esta interrogante intenta responder Magdalena Díaz Gorfinkiel, investigadora de la Universidad Carlos III, con su tesis doctoral 'El sistema internacional de cuidados: la experiencia de Madrid en la desnacionalización del trabajo reproductivo'. Díaz ha explicado a RedInmigrante.es cómo se concibe hoy la maternidad gracias a las cuidadoras de otros países.

'En cada lugar se cuida de forma diferente y las cuidadoras inmigrantes han ayudado a rescatar asuntos que, en algunos casos, se han perdido en España. Ellas son quienes ponen los límites, quienes indican quién es la autoridad, quienes enseñan las jerarquías de las generaciones'

RedInmigrante: En su investigación asegura que el trabajo doméstico de las mujeres inmigrantes está cambiando la manera como se cuida de los niños en las familias españolas, ¿cómo ha evolucionado el cuidado de los menores?

Magdalena Díaz: Hasta hace unos veinte años aproximadamente no se consideraba posible delegar el cuidado de los hijos a personas ajenas a las propias familias. Las mujeres de la familia, fundamentalmente la madre y la abuela, se hacían cargo de la crianza de los menores, considerándose éste como su papel fundamental. Progresivamente la figura de la mujer deja de unirse de forma tan intensa a la maternidad y se posibilita así la presencia de nuevos actores, como son las mujeres inmigrantes, en la crianza de los niños.

RedInmigrante: ¿De qué manera han incidido las trabajadoras inmigrantes del hogar en el cambio en la concepción de la maternidad?

Magdalena Díaz: Ha incidido de forma clara ya que han permitido difuminar la idea de maternidad intensiva, es decir de una maternidad de presencia continua donde el bienestar de los niños se asociaba de manera profunda a la figura materna. Además la presencia de trabajadoras inmigrantes en el hogar ha permitido la entrada de nuevas ideas respecto a los cuidados.

RedInmigrante: ¿Cuáles son esas nuevas ideas?

Magdalena Díaz: Lo fundamental es cómo cuidar, porque los cuidados o la manera adecuada de cuidar a un niño y de educarlo es una construcción social, es decir, cada cual tiene una concepción sobre cómo se debe hacer. En cada lugar se cuida de forma diferente y las cuidadoras inmigrantes han ayudado a rescatar asuntos que, en algunos casos, se han perdido en España. Ellas son quienes ponen los límites, quienes indican quién es la autoridad, quienes enseñan las jerarquías de las generaciones... En definitiva, algunas cuestiones que han cambiado o se han olvidado en la forma de educar y de cuidar de España.

RedInmigrante: ¿A qué se refiere con los conceptos 'maternidad compartida' y 'maternidad a distancia'?

Magdalena Díaz: La idea de maternidad compartida se refiere a que la maternidad ya no es solo una cuestión de la madre, sino que se comparte con otras personas como pueden ser los padres o las cuidadoras inmigrantes. El concepto de maternidad a distancia está íntimamente relacionado con el anterior ya que implica que algunos ámbitos de las relaciones materno-filiales se realizan a las distancia. Para el caso de las madres españolas se refiere a una distancia en tiempos concretos, como cuando está en el trabajo, y para el de las trabajadoras domésticas a la posible distancia geográfica que establece la migración.

RedInmigrante: ¿Y cuál ha sido la contribución del trabajo doméstico de las mujeres inmigrantes a la igualdad de la mujer española en el ámbito laboral y al interior de la familia?

Magdalena Díaz: Las diferentes investigaciones han reflejado que el trabajo doméstico inmigrante ha permitido la incorporación de la mujer española al mercado de trabajo. A falta de otros recursos para facilitar la vida laboral y personal, muchas familias han optado por la contratación de esta trabajadora. La cuestión de las relaciones de género dentro de la propia familia es más compleja ya que la presencia de esta otra mujer ha permitido descargar a la madre española de ciertas tareas pero en algunos casos ha eliminado la negociación dentro de la propia familia respecto a las responsabilidades que cada uno debe asumir, ya que estas se han transferido a otra persona que, además, es mujer.

RedInmigrante: ¿Es que esto no se daba antes, cuando las empleadas del hogar eran también españolas en su mayoría?

Magdalena Díaz: La diferencia principal entre el trabajo doméstico en la actualidad y en épocas anteriores es la extensión de éste. En la actualidad familias de diferentes clases sociales utilizan el recurso al trabajo doméstico como forma de apoyo a la organización familiar, mientras que anteriormente era un recurso para una clase social muy determinada, cuyas mujeres no estaban incorporadas al mercado de trabajo.

RedInmigrante: ¿Qué efectos tiene en los niños el que sus cuidadoras sean de origen extranjero? ¿Puede contribuir a erradicar prejuicios o esta es una afirmación muy aventurada?

Magdalena Díaz: Ojalá pudiésemos afirmar que esto es así, pero aún tenemos que indagar un poco más en ello. Por una parte el contacto con otras culturas y formas de ser y hacer hace pensar en una relación de igualdad. Pero no hay que olvidar que las mujeres que trabajan en este ámbito muchas veces tienen limitados sus derechos y su consideración social, por lo que son percibidas desde la superioridad y la distancia afectiva.

RedInmigrante: El estudio ha tenido en cuenta tanto el punto de vista de las empleadas como el de las empleadoras, ¿cómo valoran su propio rol en la educación de los niños?

Magdalena Díaz: La relación empleadora-empleada es tremendamente compleja y se hace difícil marcar una línea clara en ella. Para algunas empleadoras estas trabajadoras son quienes cuidan lo que ellas más quieren, es decir a sus hijos, mientras que para otras se establece una relación más relacionada con la jerarquía y la servidumbre. Las empleadas del hogar también perciben estas oscilaciones dependiendo del caso en el que se encuentren, aunque todas expresan la idea de que su trabajo debería ser más valorado ya que están educando futuros adultos y ciudadanos.

RedInmigrante: ¿Hay diferencias en dicha percepción según el origen de la trabajadora del hogar?

Magdalena Díaz: El tema de las preferencias y relaciones según nacionalidades u orígenes también es muy amplio y complejo. Las alusiones al idioma, el aspecto físico, la religión o la similitud de costumbres son mencionadas continuamente como elementos a tener en cuenta a la hora de elegir una cuidadora para los hijos. En la región de Madrid, donde se centra el estudio, se encuentra una mayoría de mujeres latinoamericanas ocupadas en estas tareas.

RedInmigrante: ¿Cómo se replantean las relaciones dentro de la familia empleadora, dentro de la familia de la empleada y entre ambos grupos familiares? 

Magdalena Díaz: Dentro de la familia empleadora es curioso porque cambia la organización familiar pero únicamente de manera superficial, es decir que la madre sigue siendo quien se encarga del tema de los cuidados, aunque en estas situaciones en continua relación con la trabajadora doméstica. El caso de éstas es más difícil ya que en muchos casos sus hijos se encuentran en otros países y en los cuidados tienen que participar otros miembros de la familia y se tienen que establecer canales para crear lazos afectivos desde la distancia. La relación entre ambas familias no suele ser importante.

RedInmigrante: Usted propone en su investigación un 'replanteamiento profundo' de la manera como se conciben los cuidados de los niños, un replanteamiento que, a su juicio, debería eludir la formación de jerarquías de cuidado relacionadas con las posibilidades económicas o sociales de las familias y las personas, ¿por qué?

Magdalena Díaz: El replanteamiento debe provenir de otorgar mayor valor a las actividades de cuidado en la sociedad y, por tanto, darles una nueva posición y visibilidad en ella. Los cuidados que damos y recibimos son los que permiten a la sociedad funcionar, pero sin embargo la actividad no se valora como otras actividades económicas y sociales. La introducción el recurso al cuidado remunerado puede implicar que sólo aquellas familias que puedan pagarlo podrán disfrutar de este recurso, dejando a todas las demás personas fuera del acceso a una cuestión fundamental. Además si no se establecen políticas que tengan en cuenta la realidad familiar de las propias trabajadoras domésticas también las estaremos excluyendo de las mismas posibilidades de cuidado de las que gozan sus empleadores. La idea fundamental es que si el cuidado se posiciona estrictamente como recurso en el mercado termina expulsando de él a todos aquellos que no pueden participar en la transacción, o que simplemente pueden ofrecerse como cuidadores pero no como personas en condiciones de recibir cuidados.  

RedInmigrante: El Journal of Comparative Family Studies se ha hecho eco recientemente de su investigación, ¿cómo se está abordando el fenómeno migratorio desde el punto de vista de la investigación sociológica? ¿cuáles son los avances y los desafíos desde su punto de vista?

Magdalena Díaz: Las migraciones son uno de los fenómenos sociales más relevantes en la actualidad y la investigación sociológica se está ocupando de ellos de forma notoria. Existen muchas perspectivas para estudiarlos (desde el ámbito del mercado de trabajo, de las políticas gubernamentales, de la educación….) y la línea en que yo me inserto las considera desde el ámbito de las tareas de cuidados. Desde este punto de vista aún queda por investigar, entre otras cosas, la influencia de las políticas migratorias en las estructuras familiares, las formas de cuidados en la distancia o la influencia de las formas actuales de cuidado en las relaciones de género. Otra línea de estudio es la relacionada con el análisis sobre cómo repercuten los cuidados en las sociedades de origen, ya que allí también se modifican las estructuras familiares. www.redinmigrante.es