• La Xunta amplía así la atención que ya ofrece a la diáspora en México, Argentina, Venezuela y Uruguay.

• El Gobierno gallego cubre con esta iniciativa el hueco creado por la suspensión parcial del convenio bilateral entre España y el país americano.

 
El Secretario Xeral da Emigración, Santiago Camba, en representación de la Xunta de Galicia, firmará en breve un convenio con tres entidades de las ciudades brasileñas de Salvador de Bahía, Río de Janeiro, y Santos, para colaborar en la tramitación previa para la obtención de la tarjeta sanitaria "Galicia Exterior". Esta tarjeta, emitida por el Servicio Galego de Saúde (SERGAS), garantiza derechos y prestaciones idénticos a los que cualquier ciudadano y ciudadana de la Galicia territorial posee, durante su estadía en su tierra natal.

La medida podría beneficiar potencialmente a más de 38.000 gallegos y gallegas de la diáspora, según los datos del PERE (Padrón de Españoles Residentes en el extranjero) del Instituto Nacional de Estadística a 1 de enero de 2011. Concretamente, en consonancia con estos datos, habría en el Brasil 8.766 emigrantes de la provincia de A Coruña, 1.715 de Lugo, 8.859 de Ourense, y 18.804 de Pontevedra.

El convenio estipula las condiciones de la colaboración entre la Xunta de Galicia y estas entidades para facilitar la obtención de la tarjeta a las perosnas beneficiarias, lo cual no significa que los y las emigrantes gallegos y gallegas no tuvieran hasta ahora derecho a la misma. Eso sí, facilita su tramitación y acerca la Administración gallega a sus administrados y administrada, incluida la ciudadanía gallega de la diáspora.

Validez
La tarjeta sanitaria "Galicia Exterior" sólo se distingue de la tarjeta 'normal' del SERGAS en su validez, por cuanto se supone que se va a usar únicamente para las estadías temporales que realizan los y las emigrantes gallegos y gallegas en su tierra natal. Limitada inicialmente a tres meses, puede reactivarse superado ese plazo en casos excepcionales.

Hasta ahora, mediante los convenios activados por Emigración en el exterior, la ciudadanía de la diáspora incluso pueden contar con la tarjeta sanitaria antes de salir de su país de acogida. De esta manera no sólo se evitan costosos trámites burocráticos para las beneficiarias y beneficiarios, sino que la Administración se preocupa de hacerles efectivos sus derechos en circunstancias adversas: es obvio que si el o la emigrante solicita una tarjeta sanitaria es porque precisa asistencia médica, y por lo tanto no atraviesa precisamente un buen momento.

Ineficacia del Estado
Se trata de una iniciativa que persigue cubrir el hueco asistencial reciente creado por la ineficacia de los convenios bilaterales firmados por España y los distintos países receptores de la diáspora. En el caso concreto del Brasil, el vigente convenio de reciprocidad en la atención a los y las nacionales del otro país tiene suspendida la cláusula de asistencia sanitaria debido a la importante deuda acumulada por el país americano contra las arcas del Estado español. Esta deuda se vino incrementada de manera exponencial en los dos últimos años, en buena parte debido al fenómeno del denominado "turismo sanitario".

Así, y ante la inoperancia del Gobierno Central en la búsqueda de soluciones en esta materia, el Gobierno gallego decidió ampliar al Brasil la cobertura de la tarjeta sanitaria "Galicia Exterior" que ya funciona para las y los emigrantes en las repúblicas de Argentina, Uruguay, Venezuela, y México.

Con sus entidades en Buenos Aires, Montevideo, Caracas, y el Distrito Federal, la Xunta ha firmado un convenio similar al que en breve formalizará el Secretario Xeral da Emigración, Santiago Camba, con otras tres de Salvador de Bahía, Río de Janeiro, y Santos, que son las tres ciudades que concentran un mayor número de emigrantes gallegos y gallegas en el Brasil.