Setenta médicos gallegos se fueron al extranjero en el 2011

(10/02/2012)

Setenta médicos gallegos se fueron al extranjero en el 2011

Esa emigración, sobre todo a Portugal y al Reino Unido, creció un 12 %

Autor:

elisa álvarez

Localidad:

santiago / la voz

Fecha 10/02/2012

Desde el 2008 al 2011, el número de médicos españoles que decidieron hacer las maletas y emigrar a otro país pasó de 600 a 1.435. En Galicia, el éxodo de los facultativos también ha aumentado, y en el pasado año fueron 73, frente a los 60 del 2010. A Coruña, con 33, y Pontevedra, con 21, lideran la marcha de profesionales, mientras que en Ourense fueron 12 y en Lugo 7 los médicos que marcharon en el 2011 a otros países, fundamentalmente al Reino Unido y al vecino Portugal.

Aunque no son las principales víctimas de los recortes, el secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Patricio Martínez, lo tiene claro: «Se nos está escapando lo mejor de nuestra profesión», explica. Esta situación, sumada a que entre los próximos cinco y ocho años va a haber un porcentaje importante de jubilaciones de médicos y a la amortización de plazas vacantes, «pondrá en peligro la viabilidad desde el punto de vista de los recursos humanos».

El Ministerio de Sanidad chileno, por ejemplo, acaba de ofertar 510 puestos de médicos a España, mientras que es probable que Alemania también solicite personal especializado español.

Ausencia de planificación

El Colegio de Médicos de A Coruña acogió ayer en Santiago un foro organizado por la UIMP y el Consello de Colexios Médicos sobre la profesión médica ante la crisis, en el que se valoraron los recortes y la sostenibilidad del sistema. Los ponentes coincidieron en aspectos como la ausencia de planificación de las Administraciones y la falta de un registro de sanitarios, lo que lleva a un desequilibrio entre autonomías y especialidades.

Patricio Martínez aseguró que para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud son precisos varios cambios estructurales. Uno de ellos es, respetando las competencias de las autonomías en sanidad, adelgazar el entramado burocrático; llevar a cabo presupuestos realistas y finalistas; definir un catálogo de prestaciones único; dar carácter vinculante al Consejo Interterritorial de la Salud en algunas decisiones, y devolver la capacidad de gestión clínica al médico. El secretario general de la CESM reclamó también un pacto por la sanidad como el de Toledo en las pensiones.