Mujeres y jóvenes rumanas y brasileñas son las principales víctimas de trata

La explotación sexual de mujeres víctimas de las redes de prostitución es una modalidad de delitos de violencia de género cuyas víctimas son mujeres y niñas que son engañadas con falsas promesas de un mejor futuro. Así lo ha explicado el fiscal Joaquín Sánchez Covisa, que actuó como portavoz de la Fiscalía de Extranjería en una entrevista que ha concedido a los corresponsales de los servicios informativos de Radio Rômania y de la agencia de noticias Românul para abordar el fenómeno delictivo de la Trata de Seres Humanos.

De hecho, el mayor número de detenidos por delitos de explotación sexual y trata son ciudadanos españoles y rumanos, mientras que las víctimas son mayoritariamente mujeres y niñas rumanas y brasileñas.

Los grupos de crimen organizado actúan en varias fases. En primer lugar, un captador, normalmente un hombre joven, se dedica a seducir y engañar a la víctima potencial. Una vez logra su objetivo, utiliza artimañas, como que ha recibido una oferta de trabajo para ambos en el país de destino que les permitirá casarse en pocos meses, algo que debido a los bajos sueldos de su país no sería posible lograr en un plazo tan breve. Otro argumento muy utilizado es que ha conocido gente a través de Internet y que les han invitado a pasar unos días de vacaciones. Cuando la víctima se decide a dar este paso, se la transporta al destino y el captador desaparece de escena.

En una segunda fase, los transportistas dejan a la mujer en manos de los explotadores. Posteriormente, el receptor utiliza métodos agresivos, de extrema brutalidad y violencia, para doblegar la voluntad de la víctima. Muchas de ellas presentan un perfil psicológico semejante al de personas torturadas, llegando a creer que lo ocurrido es culpa suya.

Según Sánchez Covisa, ‘se han dado pasos de gigante para proteger a las víctimas y contribuir a su recuperación’, coordinando esfuerzos con organizaciones no gubernamentales que trabajan con especialistas cualificados. Sin embargo, las estadísticas muestran que la coacción tiene resultados positivos para los explotadores, ya que son pocas víctimas las que mantienen la acusación.

Hoy en día, aunque el ordenamiento jurídico español cuenta con instrumentos para luchar legalmente contra la trata de seres humanos y para proteger a las víctimas, los fiscales creen que es necesario dar un paso más allá en materia de prevención del delito y de conseguir una mejor protección de las víctimas en los términos que recoge la legislación internacional. www.redinmigrante.es