Marruecos, con 425 ciudadanos (142 en Foz, 66 en Lourenzá y 52 en Mondoñedo) y Brasil, con 423 (126 en Ribadeo, 115 en Foz, 62 en Viveiro y Burela, y 41 en Barreiros), copan el cuarto y el quinto puestos. La comunidad indonesia, una de las que más ha crecido en la última década por la demanda de mano de obra en el sector pesquero, se eleva ya a 357, afincados en Viveiro (172) y Burela (138), donde se encuentran los principales puertos. Algo similar ocurre con los peruanos, 333, la mayoría residentes en Burela (197) y Viveiro (97). De los 288 dominicanos, 209 viven en Viveiro y los 175 colombianos se reparten entre Viveiro (66), Burela (51), Ribadeo (27) y Foz (25).
Las trabas impuestas por la Administración a los reagrupamientos familiares, consecuencia de la crisis económica y el aumento del paro, han frenado la llegada de extranjeros a la comarca. «No quieren que vengan si no hay empleo porque suponen un coste para el Estado, por la sanidad y la educación», indica Rebeca Rivera, educadora social en la Casa do Emigrante, en Viveiro. Y constata problemas para renovar el permiso de residencia ya que exigen «un contrato o cobrar la prestación del paro». «Estamos tramitando casos ?por búsqueda activa de trabajo?, pero sabes que hay posibilidades de que te lo denieguen y te quedes ilegal», alerta.
Sin contrato ni prestación por desempleo corren el riesgo de volverse «ilegales»
Los extranjeros sufren el aumento del paro que se ha registrado en el sector servicios
La caída de la actividad en la construcción y, en menor medida, en la pesca supuso un varapalo para centenares de inmigrantes asentados en A Mariña. Pero el empeoramiento de la crisis económica en la comarca ha acabado por afectar también, de forma cada vez más visible, al sector servicios, que ocupaba a buen número de extranjeros. La «desesperación» de varios empresarios de Viveiro ante una situación que calificaban de «insostenible», por la carencia de mano de obra, les llevó a contratar personal en República Dominicana. La iniciativa surgió en el año 2006 y en la ciudad recalaron varias remesas de inmigrantes para paliar la falta de profesionales en bares, hoteles o restaurantes.
Pero «la historia ha dado un vuelco tremendo, radical», constata un hostelero viveirense. «Esto es muy estacional y ahora ya hay empresarios que cierran por semana porque no haya clientela», explica. Ahora predominan los contratos temporales, incluso de días, «y gente que trabajó en Navidad se quedó en la calle al acabar la campaña y no tendrá empleo hasta Semana Santa y el verano», confirman las responsables de la Casa do Emigrante.
La riqueza da mestizaje
Ya no queda en la memoria aquella imagen exótica de un alumno/a con los rasgos faciales distintos en una clase del colegio. Ahora el porcentaje de niños inmigrantes es considerable. En todas las tutorías \ representación de muchos lugares ; del Caribe (Cuba, República Dominicana, Haití... ), de Sudamérica (Perú, Brasil, Colombia, Uruguay), de países centroeupeos (Rumanía, Rusia), de países africanos (Marruecos, Etiopía) y países asiáticos. Un 17% del alumnado del colegio Lois Tobío es inmigrante; de los 312 alumnos/as matriculados en el Centro, 55 son de origen extranjero.
Tenemos que destacar las grandes dificultades para los Equipos directivos, Departamentos de Orientación y Profesorado de los centros para la organización de la función educativa y aprovechamiento de los recursos que nunca son lo suficientes para atender las necesidades educativas del alumnado desde el momento de acogida hasta continuar con su progresión académica.
La diversidad no es solamente un aspecto externo sino que es un concepto mucho más profundo: culturas, lenguas, prioridades, valores..., hasta expectativas diferentes hacia la escuela y hacia la vida. La Lei vigente permite cierta flexibilidad a la hora de integrarlos en un curso determinado. Tratar de incluirlos en el curso que les correspondería por su edad, pero la mayor parte de las veces resulta conveniente pedagógica y personalmente integrarlos en un curso inferior debido al desfase curricular y a las dificultades lingüísticas, encontrándonos casos de alumnos de 11/12 años que apenas acudieron a la escuela. A pesar de todo, resulta enriquecedor para tod@s poder estar viviendo en este mestizaje de alumnos porque nos permite contrastar aspectos culturales tan distintos y observar el afán de superación de los padres/madres y niños/as; o simplemente recodar que nuestro país también fue emigrante. Equipo directivo y departamento de Orientación del Colegio Lois Tobío.
