El trasfondo de casi todos los casos es la insoportable crisis, pero el perfil del nuevo emigrante es difícil de definir, ya que varía bastante. Los hay jóvenes que se van de casa por primera vez, padres de familia que pensaron que su regreso a casa era ya definitivo y han tenido que volver a marcharse, o extranjeros que llegaron a A Coruña en busca de trabajo y, visto el panorama actual, prefieren volver a su país de origen.
Según Diego Varela, doctor por la London School of Economics y profesor asociado a la Universidade da Coruña, estas cifras «pueden tener efectos muy graves, ya que representan una pérdida de capital humano para la provincia». Aunque Varela cree que no bastan los datos de estos últimos años para catalogar a A Coruña como una provincia emigrante, «la recesión en provincias como A Coruña es más grave que en Madrid o Barcelona. Se están deteriorando las condiciones de vida y esto puede acabar significando una prohibición de trabajar, especialmente para los más jóvenes», afirma Varela.
Incidiendo en el problema del paro juvenil, el profesor cree que ahora la gente «está dispuesta a superar las barreras existentes -idiomáticas, culturales o familiares-» en busca de un futuro mejor.