Los recuerdos de Corme en Trintxerpe

(07/01/2014)

Los recuerdos de Corme en Trintxerpe

Escrito por:

s. g. rial

carballo / la voz  07 de enero de 2014  

Estos días, mucha gente ha descubierto que en Pasajes (Guipúzcoa) existe un barrio llamado Trintxerpe. Y no por nada bueno. A veces sabemos de este o aquel lugar por hechos agradables, por ejemplo que toque la Lotería, pero aquí la que tocó fue la mala suerte: el incendio de dos bloques de viviendas en plena Nochevieja que dejó en la calle a varias familias, y obligó a desalojar a más de 40.

Algunas de las afectadas son originarias de Corme, por eso el Concello de Ponteceso remitió un comunicado de solidaridad. Y es que en esta zona, en efecto, fue un destino clave durante años para los marineros cormeláns.

Una buena manera de conocer esa historia, además de viajar hasta allí y preguntar (aunque las cosas han cambiado mucho) es leer el libro Buscando mis recuerdos, de Carmen Facal Soto. Lo presentó hace unas semanas en el Aquarium de San Sebastián, junto a la autora, la antropóloga Rosa García-Orellán; el director de las instalaciones y el expresidente de la Autoridad Portuaria de San Sebastián.

Cuenta Carmen que el libro es un homenaje a su abuela, Carmen, que llegó al País Vasco a principios de los años 30, y a sus padres, Carmen y José, también cormeláns. De su abuela, cuenta, aprendió «la constancia», y sus progenitores, «el tesón y la humildad». También quiso homenajear a sus hermanos, y a «todos los emigrantes gallegos» que recalaron en Trintxerpe para hacer del barrio el auténtico motor del puerto de Pasajes durante décadas», un lugar que califica colmo la escuela de su vida, que le ha guiado hasta hoy, y que fue «muy enriquecedora».

El libro, en efecto, mezcla autobiografía con crónica social de una larga época en la que aparecen muchas personas con vínculos directos con la Costa da Morte, y que se identifican en las numerosas fotos aportadas. Las familiares incluyen los barcos de la familia Facal, propietarios de una empresa de remolcadores que desarrollaron un intenso trabajo, fundada en 1947 por José Facal Chans, nacido en Corme el 6 de mayo de 1919, y fallecido en el mismo pueblo en 1971, en cuyo cementerio también descansa la que fue su mujer y madre de Carmen, Carmen Soto Gagino.

La protagonista de este libro ya lo había sido, con anterioridad, de otro sobre mujeres de hombre del mar, segunda parte de Los hombres de Terranova, de la misma autora. Pero García-Orellán pensó que la historia de Carmen daba para mucho más y la singularizó en este libro, que comenzaron a preparar hace algo más de cinco años.

En el prólogo, Miren Llona dice de ella que «es una mujer inclasificable, cuya memoria nos permite conocer, tanto las condiciones de vida de la emigración gallega en el País Vasco durante los años 40 y 50, como la modernización de los comportamientos de la juventud en la incipiente sociedad de consumo de los sesenta y setenta. Y también -añade- permite ser testigo de las contradicciones que genera la trayectoria profesional de una mujer que se pone a la cabeza de una empresa familiar para sacarla adelante y vive, en primera persona, las vicisitudes económicas y financieras de los últimos 25 años». Y que además sufrió golpes tan duros como el asesinato, a manos de ETA, de su hermano Ángel, un 26 de febrero de 1985.

Su vida también está muy ligada al mundo del motor, tanto por su marido como por su hijo: los aficionados a las carreras saben de las glorias que el apellido Vilariño ha dado en los circuitos.

La edición de Buscando en mis recuerdos ya casi se ha agotado, aunque aún se puede conseguir en la tienda de descargas de libros electrónicos, a través dela editorial Everest. Queda pendiente, tal vez, una presentación en Corme. A Carmen le gustaría, pero depende de muchos factores.