Los suizos votarán de nuevo el día 30 de este mes sobre medidas para limitar la inmigración. Ya lo hicieron el 9 de febrero, y salió adelante una propuesta para reducir lo que de denominaba como «inmigración masiva», por lo que ahora el Parlamento deberá adoptar acciones para darle cumplimiento a dos años vista, y las primeras podrían estar listas ya el próximo mes.
Ahora se trata de votar una iniciativa del grupo Ecopop, término que aglutina los conceptos de ecología y población y que nació hace más de cuatro decenios. Sus promotores (una variada amalgama sin grandes protagonistas) lograron más de 100.000 firmas en año y medio para poder votar a nivel nacional. Quieren que el límite de entrada de inmigrantes netos (diferencia entre los que las personas que entran y las que se van) no supere el 0,2 % de los residentes en el país. Suiza tiene 8 millones (entre ellos, 40.000 gallegos), así que resultarían unos 16.000 por año.
La iniciativa (puede consultarse al completo, con argumentos a favor y en contra, en la web del Parlamento) propone además destinar una décima parte de los programas de ayuda al desarrollo a la planificación familiar en otros países. En otras palabras: amplios fondos públicos para el control de la natalidad en el extranjero. Contención demográfica para reducir el impacto ecológico, sobre todo en Suiza , derivado del aumento de la población.
La iniciativa tiene a casi todos los partidos y grupos sociales relevantes en contra. Ya ha habido numerosas acciones de protesta y una manifestación en Berna a principios de mes con 8.000 personas. La ecología es su bandera, pero los que también la llevan la rechazan tajantemente. Como Alfonso Gómez, economista oriundo de Corme, líder de Los Verdes en Ginebra y concejal en la misma ciudad. «É unha proposta violentamente xenófoba, e non se loita polo clima. O problema de Suíza é a forma de consumir, non a xente. Falan do ecoloxismo para quedar ben», explica. Asegura que el 90 % de los Verdes están en contra.
José Abelenda, gallego de Santa Comba, es miembro del principal sindicato suizo, Unia, uno de los principales combatientes de Ecopop. Cree que, si sale adelante, los efectos serán muy negativos para los inmigrantes, desde acabar con las reagrupaciones familiares (ahora automáticas en determinados supuestos) hasta poner en riesgo miles de puestos de trabajo, o echar por tierra convenios con la UE.
Abelenda lamenta que los promotores de la medida no critiquen las llegadas de millonarios, además de que el clima de desconfianza se vaya instalando en la población. La iniciativa crece en las encuestas: algunos de los últimos sondeos ya le dan más del 40 %.
