Los gallegos en Cataluña tomaron Viladecruces para hacer entrega de sus Alecrines de Ouro

(13/08/2015)

Los gallegos en Cataluña tomaron Viladecruces para hacer entrega de sus Alecrines de Ouro

 

 

Foto de grupo de los galardonados con el Premio Alecrín 2015 que concede la Fegalcat. (Foto: A. Ribas)

¿Qué hacía una senyera catalana en pleno corazón de Galicia? El secreto salió a la luz en Viladecruces después de que los camiones de la Orquesta Panorama abandonasen el pueblo en fiestas, y la salsa, los combos y los petardos se viesen sustituidos por una marea de acentos entre los que destacaba el catalán. “Yo he vivido toda mi vida en Barcelona, pero nací aquí y me considero gallega”, señalaba una emigrante que se acercó a la fiesta. No era el único caso.  Una oleada de coches se acercó a la localidad pontevedresa con motivo de una nueva edición de la Xuntanza de la Fegalcat, la Federación de Entidades Gallegas de Cataluña, que este año vivió su novena edición.

 

“Una gran fiesta para la emigración”. Así se vivió la Xuntanza en Viladecruces, una comida a la que acudieron emigrantes gallegos que normalmente residen en Cataluña y que se ha convertido en la excusa perfecta para la entrega de los premios Alecrín, que anualmente concede la Fegalcat. Cerca de 200 personas siguieron atentamente la entrega del máximo galardón con el que la Federación reconoce a entidades, empresas y particulares gallegos por su aportación en distintos campos sociales a favor de la comunidad gallega.

 

 

Entre los invitados, representantes del Centro Galego de Barcelona, de la Asociación Cultural Galega Alborada de La Llagosta, el Centro Galego de Castelló "O Aturuxo", la Asociación Cova da Serpe de Barcelona, la colectividad berciana de Barcelona o la Casa Galicia de Andorra.

 

“Es un orgullo que hayais elegido Viladecruces para esta Xuntanza anual”, señaló al inicio del acto Jesús Otero, el alcalde que vivió la jornada “como uno más”, disfrutando tanto de la entrega de galardones como de la posterior comida a base de productos gallegos.

 

Representantes de la Administración

 

La fiesta también contó con la presencia de diversos representantes de la Administración gallega como el vicepresidente del Parlamento, Miguel Santalices, que afirmó que “nunca pagaremos la deuda que tenemos con la emigración”; o el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, quien señaló que “la organización, unidad y actividades de los gallegos de Cataluña son la envidia del resto de inmigrantes de origen español” y que recordó su infancia “como hijo de emigrantes gallegos en Francia”.

 

El acto principal de la jornada consistió en la entrega de los galardones “Alecrín de Ouro”, que este año recayeron sobre: La Fundación Casa Museo “A Solaina” de Piloño, en su categoría de “Defensa da Memoria”; sobre la Editorial Hugim e Munim, en el apartado de “Innovación Cultural”; en Xosé Manoel Piñeiro, en el apartado de la Comunicación”; sobre el entrenador Manolo González, en el apartado de “Deporte”; a Aceites Abril, en el campo “Empresarial”; la poetisa Luz Pozo, en el apartado de Cultura; y el cantante Davide Salvado, en el apartado de “Música”.

 

Los galardonados

 

El célebre locutor Manolo Valdés, presentador del histórico programa de radio en gallego Teletaxi, fue el encargado de oficiar como maestro de ceremonias en un escenario abarrotado de homenajeados y representantes de la colectividad gallega en Cataluña.

 

 

“Los mayores premios que he recibido a lo largo de mi carrera se los debo siempre a la diáspora”, señaló un emocionado Xosé Manoel Piñeiro. El showman televisivo recordó los homenajes que recibió en lugares tan lejanos como Newark o México y tuvo palabras de agradecimiento para los gallegos de Cataluña “que este año me dieron una acogida espectacular cuando fui a conocerlos. Gracias de corazón”. También tuvo un recuerdo emocionado para un antiguo compañero de la TVG natural de Viladecruces, Quico Mosquera, que falleció este año.

 

 

Manuel González, actual entrenador del Badalona y natural de Folgoso do Courel  aseguró que “recibir un premio como éste en mi tierra es un orgullo muy importante”. Tras una larga carrera vinculado a diferentes clubes catalanes, Manuel González se ha propuesto recuperar “La Galaica”, el histórico equipo del Centro Gallego.

 

 

La poetisa Luz Pozo Garza, subió al escenario con sus jóvenes 93 años y tras agradecer “a los socios por el premio que me han dado” aprovechó para leer un poema después de recoger el galardón con el que la Fegalcat quiso reconocer su trayectoria y su aportación a la Cultura gallega. Pozo Garza nació en Ribadeo en 1922. Ha publicado diversos libros, como: “Ánfora”, “O paxaro na boca” y “Prometo a flor do Loto”. Desde 1996 es académica de la Real Academia Galega.

 

 

La representante de la Fundación Casa Museo A Solaina, Carmen Lareo,  quiso dedicar el alecrín a la figura del que fuera su hermano -Francisco Lareo-, a quien calificó como el  “gran dinamizador de la cultura del rural”. Lareo agradeció el galardón recibido de la colectividad gallega en Cataluña  como un reconocimiento a la labor que “A Solaina de Piloño” realiza a favor de la cultura gallega.

 

 

“Nuestra obsesión es dar trabajo a la gente de Ourense”, afirmó María del Carmen Canal al recoger el galardón con el que la Fegalcat quiso premiar a Aceites Abril por su labor empresarial. La representante de la empresa ourensana destacó que en los últimos años han logrado ofrecer trabajo a 105 empleados “ y nuestra ilusión es seguir creando empleos en una provincia tan castigada por la crisis”.

 

Alejandro Tobar, directivo de la Editorial “Hugim e Munim” recogió el galardón concedido en el apartado de “Innovación cultural” con una afirmación a modo de reto: “Sí, se puede vivir de la traducción”. Y como ejemplo destacó que a pesar de su juventud, la editorial gallega ya cuenta con 37 obras en su catálogo traducidas de 11 lenguas diferentes.

 

 

El cantante Davide Salvado aprovechó la recogida del galardón para dedicárselo a “todas las mujeres con las que aprendí a tocar. El músico llegó a Viladecruces después de una exitosa actuación en el Calgary Folk Music Festival.

 

 

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