El presidente del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE), Eduardo Dizy, hace una valoración “agridulce” del Anteproyecto de Ley de Memoria Democrática porque “si bien la intención de reparar agravios y discriminaciones generadas con la Ley de Memoria Histórica es buena, nuevamente se vuelven a dejar fuera supuestos como el de la emigración por exilio económico, producido como consecuencia de la guerra civil”.

“Desde el primer momento que supimos del proyecto de esta Ley 52/2007 de Memoria Histórica, –explica– el CGCEE se posicionó y advirtió del error que se cometería si no se modificaba recogiendo nuestras resoluciones emitidas al respecto. No nos escucharon y, 13 años después, vuelven a obviar al CGCEE”.

El presidente del CGCEE asegura que los cambios “son positivos pero incompletos nuevamente” y pide que se tengan en cuenta las resoluciones que respecto a la nacionalidad este organismo ha aprobado en los últimos años. En este punto, Dizy se mostró convencido de que los legisladores “no se las leen o tal vez no les llegan porque en sus resoluciones lo dejan claro” y se mostró dispuesto a exponerlas de nuevo “si nos dan la oportunidad”. “Si el Gobierno se dotó de un órgano consultivo y asesor, como el del CGCEE, sería congruente que estuviéramos permanentemente consultados sobre estos temas que mucho nos incumben”, reclama Dizy.

El presidente del CGCEE asegura que “los cambios son positivos pero incompletos nuevamente” y considera que una “Ley de Nacionalidad amplia e inclusiva tendría que ser la solución definitiva y al margen de los intereses políticos del momento. Todo lo demás seguirán siendo parches sobre parches, etc.”.