El Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA) se situó a 1 de enero de este año en 2.182.862 inscritos, 40.525 más que en la misma fecha del año anterior. La cifra, correspondiente a los incorporados en todo 2020, supone la mitad de los que se incrementaron en 2016 (80.315) y algo más de los registrados en 2007 y 2008 –años del estallido de la crisis económica–, que contabilizaron 39.042 y 36.399 nuevos inscritos, respectivamente.

Así queda reflejado en los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), que apunta que las mayores subidas se produjeron entre 2010 y 2016, con cifras que rondan y en algunos casos superan los 100.000 inscritos (en concreto, 104.120 en este primer año). En 2011, se contabilizaron 99.780; en 2012, 93.343; en 2013; 99.912; en 2014, 97.741; y en 2015, 91.027.

Los datos del último lustro, una vez superada la crisis económica, revelan que fue 2020, año del coronavirus, el que menos incrementó la lista del CERA. A partir de 2016 las cifras comienzan a descender drásticamente y de 80.000 registrados ese año se pasó un año después a 57.942. En 2018 se contabilizaron 47.553 nuevos inscritos y en 2019 el aumento fue de 57.858.

Los mayores incrementos a 1 de enero de 2021 con respecto al año anterior se registraron en Reino Unido y Estados Unidos, con 6.024 y 6.020 nuevos integrantes de la lista, respectivamente. Le sigue Argentina, con 4.230; Alemania, con 3.996; Francia (3.925); Suiza (2.647); Cuba (2.186); México (1.641); Bélgica (1.149); y Brasil, con 1.149 nuevas incorporaciones al censo del exterior. Por debajo del millar destacan Italia, con 682; y Chile, con 221.

Por el contrario, China, lugar de origen de la pandemia, experimentó una bajada de 162 españoles en el CERA, al pasar de los 3.906 de 2019 a 3.744 a finales de 2020.