Rocío Ramos

 

Con su estancia en Lalín la unidad móvil de la Xunta, en colaboración con Cruz Roja de apoyo a los refugiados ucranianos, acabó ayer su periplo por Galicia. La capital dezana fue el último punto en el que recaló este programa que se cerraba ayer. La unidad estuvo estacionada desde el pasado viernes hasta las 14.00 horas de ayer en la Praza Galicia.

Durante este tiempo, explicaba ayer Marta Lamas, la trabajadora social que estos días asesoró a las personas que pasaron para allí con la ayuda de la intérprete de ucraniano y ruso Anastasia Levcenko, atendieron a 25 personas, todas ellas refugiados ucranianos residentes en Lalín.

La mayor parte de las consultas, explica, estuvieron relacionadas con la Tarjeta de Identidad de Extranjero (TIE) recabando información sobre cómo tramitarla y qué documentación tenían que presentar. Desde la unidad les ayudaron en los trámites y en la solicitud de citas. A estas consultas se sumaban las relacionadas con recursos sociales, especialmente de alimentación y ropa. Antes de en Lalín, la unidad estuvo en Ourense, Melide, Lugo, Monforte, Burela, Pontevedra y Vilagarcía. Ayer regresaban a Santiago para hacer el trabajo administrativo iniciado. Fuera de la furgoneta, durante estos días, la voluntaria de Cruz Roja lalinense, Marlén Vásquez informó a las personas que se acercaron hasta la zona sobre la atención que se prestaba en la unidad móvil y repartió folletos informativos. Hubo quien preguntó, dice, por qué hacer para acoger a algún refugiado.

Marta Lamas señaló que, en general, las consultas dependieron mucho del tiempo que los refugiados llevaban ya en Galicia. Los que llegaron hace poco querían saber cómo realizar trámites básicos como la residencia u obtener la tarjeta sanitaria, mientras que a medida que la estancia era ya mayor las consultas se dirigían a plantear dudas sobre prestaciones sociales, cómo encontrar empleo, e incluso, en algunos casos, qué opciones tendrían en el caso de que quisiesen, llegado el caso, de regresar a Ucrania.