El autor vasco de raíces gallegas presenta su segunda novela, «El proyecto Escipión»

25 ago 2022 .

El periodista Roberto Villarreal Domarco (Eibar, 1969) publicó el pasado abril su segunda novela, El proyecto Escipión (Roca Editorial). En la tarde del jueves 25 de agosto (a las 20.30 horas) presenta el libro en Allariz, el municipio ourensano al que pertenece su familia materna. Lignum Crucis. La estela de la Gran Cruz (2014) fue su primera narración, con la que se dio a conocer en su faceta como escritor. Ahora, siendo fiel al género de suspense, lanza un libro en el que relata las pesquisas de Néstor Azcona, un policía local novato y sin vocación, ante una serie de crímenes ejecutados bajo un mismo patrón: imitan los duros castigos empleados en la Hispania romana del siglo I.

—La historia de Roma está muy presente en esta obra.

—Es un libro que mezcla novela negra e intriga histórica. Hay una serie de asesinatos que parecen rituales. Para saber un poco lo que está sucediendo hay que conocer bien las costumbres de la antigua Roma. A partir de ahí se plantea como un rompecabezas donde todo ese conocimiento de la historia romana es muy importante para resolver lo que pasa.

—Sus dos novelas se enmarcan en el territorio «thriller». ¿Por qué se decantó por ese género?

—Yo soy un lector de los que le gusta mucho la novela negra y los thriller de intriga histórica. Entre mis referencias está Arturo Pérez-Reverte, que es de los más conocidos. Uno escribe las novelas que le gusta leer.

—¿Qué le inspiró para escribir este segundo libro?

—Siempre tengo mucho interés en lo que es el patrimonio histórico y en los misterios de la historia. En mi primera novela me centraba mucho en lo que es el arte sacro: las catedrales, las reliquias, los monasterios… En esta otra he hecho una incursión en lo que son las huellas de Roma en España, especialmente en Tarragona. De alguna manera, he vivido los últimos veinte años rodeado de un patrimonio romano importantísimo y me llamaba mucho la atención el poder hacer una historia donde se recuperase toda esa riqueza patrimonial. A la vez quería que fuese muy interesante para el lector, que estuviese intrigado y que además pudiese aprender de la historia pasándoselo bien.

—La historia transcurre en Tarragona. ¿Por qué eligió ese lugar como escenario?

—Es una de las ciudades que tiene uno de los patrimonios romanos más importantes ya no solo de España, sino de Europa. También es de las pocas ciudades modernas que están levantadas casi completamente sobre la ciudad romana antigua. Entonces es como si fuese una urbe que vive sobre otra más oscura y escondida. Me interesaba también reflejar esos lugares que están llenos de patrimonio. Por eso me hace mucha ilusión presentar el libro en Allariz. Aparte de que yo tengo lazos familiares aquí, es una villa llena de historia.

—¿Cómo se siente con la publicación de este segundo libro?

—Ha sido como un trabajo de confirmación. En el día del libro en Cataluña, concretamente en la zona de Tarragona, mi primer libro fue uno de los más vendidos. Ahora esta segunda publicación ha sido una consolidación. Los comentarios de los lectores están siendo muy positivos y eso te ayuda para darte una seguridad.

—Andará en algún proyecto nuevo.

—La verdad es que sí. Y tiene que ver mucho con Galicia. El año pasado falleció mi abuela materna, que es de Allariz, a los 103 años. Durante bastante tiempo fui grabando conversaciones con ella. Me contaba muchas historias de su infancia y de cómo era la Galicia de principios de siglo. También me habló de su marcha al País Vasco. Tengo claro que hablará de las vivencias de mi abuela. Todas esas historias de la emigración gallega al País Vasco me parecen interesantes y creo que voy a trabajar un poco por ahí. Hay mucho que contar. Me parece un tema muy interesante, sobre todo por el mestizaje de dos culturas tan antiguas. Y cómo han sabido convivir. Yo soy de los que defiende que en la mezcla de culturas hay mucha riqueza.